Saint-Malo atrae a los turistas por su suave clima marítimo. Las aguas del océano Atlántico ejercen una gran influencia sobre él. A lo largo del año, las temperaturas no presentan picos ni caídas bruscas. En invierno casi siempre no nieva, y el verano es un regalo del cielo para los amantes del frescor. La temperatura media es de +7°C en enero y de +21°C en julio, en pleno verano.
La temporada de lluvias en la ciudad es bastante larga, de finales de octubre a febrero. El tiempo lluvioso no es infrecuente en ninguna época del año en Saint-Malo, sólo que cuando comienza la estación de lluvias, las lloviznas son sustituidas por chubascos. En total, la ciudad recibe unos 770 mm de precipitaciones al año.
Vida vegetal y animal de Saint-Malo
El suave clima marítimo, con una fuerte influencia de la corriente del Golfo, hace que la vegetación de Saint-Malo y sus alrededores sea exuberante y diversa. Los turistas observan la enorme cantidad de flores frescas en las casas y calles de la ciudad. Se puede disfrutar del floreciente jardín de hortensias y admirar los pintorescos parterres de las plazas de Saint-Malo.
La fauna de Saint-Malo no difiere mucho de la del resto de Bretaña. Se pueden encontrar conejos salvajes en las afueras de los pueblos. Se han visto zorros, abubillas y garzas.
La vida marina del océano Atlántico es diversa. Hay pesca comercial de solla, arenque, almejas, gambas y langostas.