Por regla general, las previsiones meteorológicas en Marsella no prometen a los turistas condiciones climáticas extremas. Aquí se está bastante a gusto en cualquier época del año, si se viste de temporada.
El tiempo en Marsella durante una semana es bastante predecible: no hay cambios bruscos; el calor insoportable o las heladas no suponen una amenaza.
La temperatura media del aire durante la temporada de playas y balnearios (de mayo a septiembre) ronda los +28°C, pero los vientos del Oeste aportan una sensación de frescor. Si observa el tiempo en Marsella durante 14 días en invierno, apenas encontrará marcas negativas. El clima subtropical de tipo mediterráneo hace que el invierno sea muy suave. Los meses más fríos del año son enero y marzo: el tiempo en Marsella durante 3-5 días le mostrará unos +10°C durante el día y +6°C por la noche.
Las primeras lluvias en la Costa Azul empiezan a caer a finales de octubre. Los días nublados duran hasta marzo, y en abril el tiempo es despejado y cálido.
Tradicionalmente, las vacaciones en Marsella se dividen en tres estaciones:
Temporada alta (mayo – agosto). En esta época, las playas de la ciudad están abarrotadas. Cientos de turistas de todo el mundo, publicando en las redes sociales “¡Me voy a Marsella!”, se dirigen a la Costa Azul. Ni siquiera los precios astronómicos del alojamiento y la comida los detienen.
Temporada de terciopelo (septiembre – primera quincena de octubre). Las multitudes de turistas empiezan a disminuir, el calor veraniego baja y el agua del mar sigue siendo cálida. ¿Vale la pena viajar a Marsella en septiembre? Por supuesto que sí. La idílica experiencia solo puede verse interrumpida por una lluvia repentina, que no suele durar más de una hora y no arruinará sus vacaciones.
Temporada baja (finales de octubre – abril). ¿Cuándo es más barato ir a Marsella? En invierno y a principios de primavera. La temporada de playa termina, el clima se enfría y los precios de los hoteles y restaurantes caen drásticamente, a veces hasta un 50%.
