Es fácil ver todos los lugares de interés de la capital de la Provenza. Lo principal es planificar correctamente la ruta. Compre un mapa de Marsella con los nombres y descripciones de los lugares de interés... ¡y en marcha!
Puerto Viejo
Este barrio es donde empezó Marsella. Aquí hay muchos edificios antiguos que atraen a los turistas. Los más imponentes son los fuertes de San Nicolás y San Juan, construidos en 1664 para proteger la ciudad de la invasión procedente del mar.
El castillo de If.
¿Quieres ver la celda de Edmond Dantés? ¿El Conde de Montecristo? Entonces diríjase al muelle de Belges y suba a bordo de un barco de recreo que le llevará a la fortaleza-prisión. Incluso podrá echar un vistazo al pasadizo subterráneo excavado por la Máscara de Hierro. La entrada al castillo de If cuesta 5 EUR y el paseo en barco, 10 EUR.
Basílica de Notre Dame de la Garde.
Esta catedral románico-bizantina con un campanario de nueve metros se construyó en el siglo XX. Se la llamaba la iglesia de los marineros, ya que la iluminación nocturna señalaba el camino a los barcos que pasaban como un faro. La catedral está situada en una colina, en la parte más alta de la ciudad. Desde aquí se puede disfrutar de una hermosa vista. Las fotos de Marsella desde los miradores de esta atracción son sencillamente asombrosas: la capital de la Provenza aparecerá ante usted como en la palma de su mano. La entrada a la basílica es gratuita.
Abadía de San Víctor.
Esta iglesia, más parecida a una fortaleza, fue en su día un monasterio. Su mayor tesoro, sarcófagos decorados con tallas e inscripciones, se guarda en las catacumbas. Los eruditos los clasifican como ejemplos del arte paleocristiano.
Palacio del Faro.
Este grandioso complejo palaciego con un magnífico interior fue construido en el siglo XX. Sirvió de residencia a Napoleón II. Ahora acoge diversas recepciones de los servicios de la ciudad.
Jardín de las ruinas y la ruina
En el mapa turístico de Marsella, busque el jardín de la calle Henri Barbusa. Los historiadores creen que este lugar fue en su día el emplazamiento de un antiguo puerto griego. Las ruinas se descubrieron por casualidad durante la construcción de un centro comercial en 1960. Desde entonces, alberga el Museo al Aire Libre y el Museo de Historia de Marsella.