Para que sus vacaciones en Marsella transcurran sin excesos, no se deje llevar por los paseos nocturnos por los barrios étnicos del norte de la ciudad, la zona de la estación de tren y el Boulevard d'Athens. En resumen, aléjese de los caminos turísticos trillados. De lo contrario, numerosos tercermundistas pueden arrebatarle la cámara o el teléfono del cuello, arrebatarle el bolso o "limpiarle" el coche.