Los marselleses son auténticos franceses. Están a favor de su cocina nacional. Por eso todos los restaurantes de Marsella ofrecen, sobre todo, platos tradicionales franceses: pescado y otros mariscos.
La capital de la Provenza es famosa por su mundialmente conocida y deliciosa sopa bullabesa. Es una sopa marsellesa aderezada con salsa de ajo, azafrán y picatostes tostados. Pruebe también la bourride, un plato de pescado a base de rape, mayonesa y dados de verdura.
Aquí también encontrará fougasse, un pan plano provenzal que se cuece en horno de leña. A veces lleva aceitunas, queso o anchoas.
Para los postres, le recomendamos probar el clásico dulce provenzal, los calissons, que sólo se elaboran en Aix-en-Provence. Se elabora con almendras molidas y frutos secos, se cubre con un glaseado y sabe como el famoso marzepan.
Los amantes del alcohol deben probar el pastis, una bebida alcohólica con anís y especias, muy popular en la región.