Mykonos ofrece un abanico de cautivadoras rutas turísticas. Comience con tranquilos paseos por las encantadoras callejuelas de la Pequeña Venecia, haciendo paradas obligadas en los cafés y tabernas de la costa. Explore el complejo de iglesias antiguas cerca de la fortaleza de Kastro y los emblemáticos molinos de viento. Cerca del puerto, descubra la iglesia bizantina de Nuestra Señora de Paraportiani y los museos Arqueológico y Etnográfico.
Más allá de los caminos trillados, Mykonos cuenta con otras joyas de colores. Visite la residencia del capitán Nikolaos Maloukhos, sede del Museo de Arte Popular. No se pierda las imponentes Puertas de Mykonos, dos altísimas estructuras de 3,5 metros, ni el faro de 19 metros, una maravilla de finales del siglo XIX.
A las afueras del pueblo de Ano Mera se encuentra el monasterio masculino de la Virgen de Turlos, del siglo XVIII, con un museo de reliquias eclesiásticas. Para los amantes de la historia, un intrigante yacimiento arqueológico cerca del pueblo de Delos, accesible mediante una excursión desde la capital de la isla.
Como espléndida conclusión a su exploración de Mykonos, considere una visita al faro. Si coincide con la puesta de sol, presenciará un espectáculo sobrecogedor.
Mykonos cuenta con un número inusualmente elevado de iglesias, más de 350 repartidas por toda la isla, lo que contribuye a su encanto único.