La isla de Mykonos, que guarda muchos secretos de la época de los antiguos reyes griegos, forma parte del archipiélago de las Cícladas, bañado por las olas del mar Egeo. Vecinas de Mykonos son las islas de Tinos, Syros, Paros y Nixos. La superficie de la isla es de unos 85 kilómetros cuadrados, y la población ronda los 10 mil habitantes.
La moneda nacional es el euro (EUR).
En el territorio de Mykonos hay muchos pueblos y ciudades pequeños, el principal de los cuales es Chora. El relieve de la isla es predominantemente llano, el punto más alto está a unos 340 metros sobre el nivel del mar.
La primera mención de asentamientos en el territorio de la actual Mykonos se remonta al III milenio antes de Cristo. A principios del siglo XI a.C., la isla estaba en manos de los jonios, cuyas principales ocupaciones en aquella época eran la agricultura y el culto a los dioses. Por cierto, el nombre de la isla tiene un origen divino: según los mitos, se llamó así en honor del héroe Mykonos, cuyo padre era el dios Apolo.
Durante siglos, Mykonos no perteneció a Grecia: romanos, bizantinos, venecianos, catalanes y turcos gobernaron aquí. Estas transiciones "de mano en mano" no podían sino afectar a las tradiciones y la cultura de la ciudad. Sin embargo, esto no le resta su identidad griega original.