En general, los turistas consideran Madrid una ciudad bastante segura, pero algunos desaconsejan adentrarse en barrios de inmigrantes (como La Latina). La Plaza de España y algunos barrios al norte de la Gran Vía pueden ser encuentros indeseados con drogadictos, mientras que la Casa del Campo y el Parque Este son los preferidos por las prostitutas locales y sus clientes.