Cuando estés en Madrid por primera vez, no te apresures a ir a los museos. Primero, camina por las calles, asegúrate de visitar la Puerta del Sol, rodeada de edificios construidos en el siglo XVIII, y luego dirígete a la Plaza de España, donde hay un interesante monumento a Cervantes, que incluye las figuras de Don Quijote y Sancho Panza.
Si vienes a Madrid entre marzo y octubre y tienes nervios de acero, no te pierdas la oportunidad de asistir a una corrida de toros. Las peleas se llevan a cabo en la famosa arena de Las Ventas, y los boletos cuestan desde 5 EUR (el precio depende de la comodidad de los asientos y su distancia del centro de la arena).
También vale la pena asistir a los espectáculos de baile flamenco. Por lo general, se realizan en restaurantes, y puedes disfrutar del espectáculo con una copa de buen vino o una cena deliciosa.
Hablando de comida, Madrid no dejará indiferente ni a los gourmets más sofisticados. Hay restaurantes muy interesantes de cocina tradicional, como Botín, que está oficialmente reconocido como el más antiguo del mundo (este hecho está registrado en el Libro Guinness de los Récords). Prueba el cocido (un plato similar a la olla podrida), el chorizo (salchicha de cerdo picante) y el rabo de toro asado. Una copa de vino español complementará perfectamente el sabor de los platos de carne.