La seguridad en Cascais está garantizada por agentes de policía que patrullan regularmente la popular ciudad turística. En general, Cascais es un lugar tranquilo, y sus playas han sido favorecidas por muchos aristócratas. A pesar de su condición de ciudad satélite de Lisboa, con todas las circunstancias que conlleva la proximidad a la metrópoli, Cascais se concentra exclusivamente en objetos de magnífica arquitectura del siglo XIX, y el mundo delictivo pasa de largo del balneario.
Pero las normas básicas de seguridad deben observarse en todas partes. Así que vigile de cerca sus pertenencias: no cuelgue bolsos ni cámaras en las sillas de cafés o restaurantes, no lleve carteras ni monederos en mochilas o bolsillos traseros de pantalones, y no deje objetos de valor en los coches.
Además, lleve siempre una copia compulsada de su pasaporte: en Portugal, todo el mundo debe llevar un documento de identidad. También debe saber que fumar en lugares públicos en Portugal conlleva multas elevadas.
Hay que tener cuidado en los barrios dormitorio de la vecina Lisboa. Sobre todo porque en la capital portuguesa pueden ofrecerse abiertamente drogas a los turistas extranjeros. Las precauciones habituales en un país extranjero pueden ayudar a los viajeros a evitar situaciones desagradables.