La seguridad en Rapallo y el orden público están vigilados por las fuerzas del orden. La ciudad ha confirmado su reputación de centro turístico aristocrático con un ambiente de calma y amabilidad.
A veces se trata con severidad a los turistas extranjeros, que pueden ser multados por cruzar la calle por un paso de peatones o viajar en coche sin permiso en el transporte público. Algunas ciudades italianas han introducido restricciones adicionales para los turistas. Por ejemplo, en Venecia, Verona, Capri y los centros turísticos del lago de Garda está prohibido pasear por la ciudad en topless para los hombres y en bañador para las mujeres. Pasear en bañador fuera de la playa se considera un comportamiento antisocial.
Por lo general, hay que llevar a mano el carné de identidad o una fotocopia del mismo.
Además, hay que desconfiar de los vendedores ambulantes ilegales que se colocan a la entrada de las distintas atracciones. Si la policía sorprende a un turista comprando productos falsificados, puede enfrentarse a una multa de hasta mil euros.