Bolonia está enclavada en la Llanura Padana, al sureste de los Apeninos septentrionales.
El invierno en la ciudad es casi siempre lluvioso y sin nieve. Las previsiones meteorológicas anuncian temperaturas de entre 0 y 10 °C, pero la elevada humedad hace que los días sean fríos. Cuando planee un viaje a Bolonia durante Nochevieja, asegúrese de tener en cuenta el tiempo y meta en la maleta un par de chaquetas de plumas.
Bolonia durante los meses de verano es calurosa y húmeda. Viajar a Bolonia durante el verano es mejor hacerlo a principios de verano, cuando el tiempo en la ciudad puede ser cálido y agradable. Un viaje de 14 días en junio le dejará boquiabierto como en un glorioso cuento de hadas.
La mejor época para visitar Bolonia es de abril a octubre, excluyendo agosto. Agosto es incómodo por el clima caluroso y seco. Sin embargo, si se visita Bolonia en esa época, se corre el riesgo de acabar en un horno, y la ciudad está casi desierta debido a la temporada de vacaciones. Pero para los viajeros con poco presupuesto, agosto es el mes más barato para visitar Bolonia.
Cuando planifique un viaje a Bolonia, no olvide consultar el tiempo de la ciudad para los próximos 3-5 días en los sitios web meteorológicos más populares y llevar ropa adecuada.
Como señalan muchos turistas, la magnífica Bolonia tiene pocos inconvenientes y uno de ellos es el tiempo. Las condiciones climáticas de Bolonia, comparadas con las de ciudades del centro o el sur de Italia, se caracterizan por una elevada humedad y abundantes precipitaciones. Al llegar a Bolonia en primavera u otoño, puede ser testigo de fuertes lluvias que duran 5 días o más. Los pórticos del centro de la ciudad son un alivio para los turistas. Se dice de Bolonia que se puede pasear por todo el centro de la ciudad sin mojarse en medio de las lluvias más intensas.
Incluso teniendo en cuenta las famosas lluvias de Bolonia, la pregunta "¿debería ir a Bolonia?" debería responderse siempre positivamente. Los aspectos positivos de conocer esta ciudad superan con creces a sus inconvenientes. Cada año son más los que dicen con orgullo "¡Voy a Bolonia!" y se lanzan a conocer los increíbles tesoros de esta ciudad.
