El principal atractivo de Estrasburgo es su centro histórico, situado en la isla del río Ile. Esta parte de la ciudad está reconocida como patrimonio cultural de la humanidad y se encuentra íntegramente bajo la protección de la UNESCO. Para no perderse por sus calles antiguas, es mejor comprar un mapa con los lugares de interés de Estrasburgo.
Le llevará a través de los “Puentes Cubiertos”, una estructura defensiva de la ciudad construida a mediados del siglo XIII. Recibieron su nombre porque los pasos estaban cubiertos con techos de madera, aunque esta característica desapareció tras numerosas reconstrucciones. Los puentes, junto con sus torres defensivas, se han conservado muy bien hasta nuestros días, y desde allí los turistas disfrutan tomando fotos de los monumentos de Estrasburgo.
Otro puente destacado, mencionado en todas las guías de Estrasburgo, es el Puente Europeo. Cruza el río Rin y une dos países vecinos. Aunque la estructura no tiene un valor cultural particular —fue construida recientemente—, su inauguración contó con la presencia de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Sin embargo, los habitantes locales se sienten orgullosos de él.
Uno de los principales puntos de interés turístico del casco histórico es la Catedral de Notre-Dame. Aunque su construcción comenzó en 1277, técnicamente nunca se terminó: la segunda torre jamás fue completada. Hoy en día, ese detalle le da un encanto especial, realzado cada noche por un espectáculo de luces que comienza a las 21:00.
Si visita la catedral durante el día, asegúrese de entrar para ver el famoso reloj astronómico. No solo muestra la hora actual, sino también la posición de los planetas, los signos del zodiaco y mucho más. Cada hora, pequeñas figuras salen del reloj y ofrecen una representación mecánica. Al subir a la cima de la catedral, se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.
Ninguna descripción de las atracciones de Estrasburgo está completa sin mencionar el barrio de “La Pequeña Francia”, situado junto al canal. El distrito recibió su nombre durante el dominio alemán debido a la abundancia de casas donde trabajaban mujeres de compañía.
Al consultar un mapa de Estrasburgo con sus monumentos, se puede ver que la plaza principal de la ciudad es la Plaza Kléber. En su centro se encuentra la estatua del general Jean-Baptiste Kléber, en cuyo honor fue nombrada. Curiosamente, sus restos están enterrados debajo de ella.
Otra plaza destacada lleva el nombre del primer impresor que vivió durante mucho tiempo en la ciudad: Gutenberg. En ella también se erige un monumento a este notable personaje, considerado “propio” tanto por franceses como por alemanes.
Fuera del casco histórico, merece la pena visitar el barrio de Neustadt, cuyo nombre en alemán significa “Ciudad Nueva”. El desarrollo de este distrito comenzó poco después de la guerra franco-prusiana. Allí se construyó el Palacio del Rin, una residencia real que se convirtió en un ejemplo perfecto de la arquitectura prusiana. También destacan el edificio del Teatro Nacional y la Biblioteca Nacional Universitaria.
Entre las principales atracciones de Estrasburgo se encuentra el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, fundado en 1973. Es el museo de este tipo más grande de Francia y alberga obras de diversos géneros y estilos, creadas desde 1870 hasta la actualidad.
