Este “Gran Cuarteto” es una visita obligada para todo aquel que viaje a París.
El museo más famoso de París — y probablemente del mundo. En su palacio de 60.000 m² se exhiben casi 35.000 obras de arte: desde momias egipcias y la Venus de Milo hasta la icónica “Gioconda” de Da Vinci y las mejores pinturas de Rembrandt. Las entradas se pueden reservar en línea. La entrada cuesta 17 €. El Louvre abre todos los días de 9:30 a 18:00 (cerrado los martes).
La Conciergerie es la prisión más antigua de la ciudad. Merece una visita por muchas razones: sus muros de piedra (el edificio ocupa el antiguo palacio de la dinastía capeta) recuerdan a María Antonieta, sus acusadores, los revolucionarios y otras figuras destacadas que marcaron la historia de París.
El símbolo de Francia, de 300 metros de altura, se alza en el centro del Campo de Marte. La torre tiene cuatro niveles: la planta baja (venta de entradas y recuerdos, además de un punto postal), el primer piso (57 m, tienda de recuerdos y restaurante 58 Tour Eiffel), el segundo piso (115 m, vistas espectaculares de la ciudad y restaurante Le Jules Verne) y el tercero (276 m, la cima, a la que se accede por ascensores de cristal; se puede brindar con una copa de champán por 15–20 € en el Champagne Bar).
Subir hasta la cima cuesta 28,30 €; hasta el segundo piso — 18 € en ascensor o 11 € a pie. En verano la torre abre de 9:00 a 00:45 y en invierno de 9:30 a 23:00.
Este famoso monumento se encuentra en pleno centro de París, en la plaza Charles de Gaulle. El arco se construyó a comienzos del siglo XIX para celebrar la victoria de Napoleón en Austerlitz y rendir homenaje a los soldados caídos por Francia — bajo él se encuentra la tumba del Soldado Desconocido.
El arco mide 50 m de altura y cuenta con un mirador desde el que se obtienen magníficas vistas panorámicas de París. Las entradas cuestan 22 € en temporada alta y 16 € en temporada baja. De abril a septiembre abre de 10:00 a 23:00; de octubre a marzo, de 10:00 a 22:30.
El templo gótico más famoso de Francia — con sus majestuosas bóvedas, antiguos vitrales y legendarias gárgolas. Inmortalizada por Victor Hugo, la catedral se alza en la Île de la Cité, en el lugar del primer templo cristiano de París. Notre Dame abre todos los días de 8:00 a 18:45. Cada miércoles (a las 14:00) y sábado (a las 14:30) se puede entrar gratis y escuchar una charla sobre la catedral.
París cuenta con innumerables monumentos más. Aquí solo mencionamos algunos que recomendamos visitar.
En el mapa resulta difícil señalar este monumento, ya que las catacumbas de París se extienden por muchos kilómetros. Desde finales del siglo XVIII, este complejo de túneles y galerías alberga los restos de más de seis millones de personas.
Así se llama en francés esta atracción parisina. Las canteras se convirtieron en una alternativa a los cementerios tradicionales cuando las autoridades de la ciudad decidieron trasladar aquí, a más de 20 metros de profundidad, los restos del antiguo Cementerio de los Inocentes.
Hoy en día, las meticulosamente apiladas pirámides de huesos humanos hacen de las Catacumbas de París una de las atracciones más sobrecogedoras del mundo. Se puede acceder a ellas por la entrada situada junto a la estación de metro Denfert-Rochereau.
La foto de esta “dulce” atracción parisina adorna uno de cada tres perfiles de Instagram — por supuesto, hablamos del legendario pastel macaron. Todo parisino sabe que los mejores macarons se compran en la pastelería Ladurée (desde donde se envían a la mesa del Príncipe de Mónaco y de otras familias aristocráticas).
Un lugar especial en el mapa de las atracciones de París lo ocupa el majestuoso y sereno cementerio del Père-Lachaise. Aquí descansan grandes figuras de la cultura mundial — Molière y Frédéric Chopin, Marcel Proust y Jim Morrison.
¡Y cuántas leyendas se asocian con este lugar! En la tumba de Pierre Abélard y Eloísa, los enamorados de todo el mundo dejan notas de amor (dicen que ayuda a conservar el cariño para toda la vida), mientras que los médiums “recargan su energía” junto a la tumba de Allan Kardec, fundador del espiritismo. Para librarse de la infertilidad o la impotencia, es costumbre besar los labios de la estatua en la tumba del periodista Victor Noir. ¡Y cuántos besos habrá recibido el monumento de la tumba de Oscar Wilde!
¿Necesita presentación una atracción parisina como el Puente Marie, que se extiende sobre el Sena? Uno de los puentes más antiguos de París, une el muelle del Hôtel de Ville con la isla de Saint-Louis. Según la leyenda urbana, dos enamorados que se besen bajo el Puente Marie permanecerán juntos para siempre y no se separarán ni siquiera después de la muerte.
