La costa de La Baule es sorprendentemente variada: acantilados cubiertos de pinos y pequeñas calas se alternan con acogedoras playas de arena. En total, hay unas 50 playas que se extienden a lo largo de unos 9 km.
El gran atractivo de las playas de La Baule no es solo su infraestructura bien desarrollada (algo habitual en un destino de lujo), sino también su espectacular entorno natural: marismas infinitas, bosques de pinos y bancos de arena se extienden por la bahía entre Bretaña y Vendée.
Las playas de La Baule están consideradas entre las mejores para vacaciones en familia. Todas disponen de tumbonas y sombrillas, y los niños cuentan con miniparques con camas elásticas, toboganes y casitas-areneros (también se pueden contratar servicios de niñera profesional). Además del surf tradicional, aquí se pueden ver tablas con ruedas y vela —conocidas como surf terrestre— y carritos a vela con cuatro ruedas, timón y mástil.
En cambio, las playas céntricas de la ciudad no son recomendables para las familias: están mucho más concurridas y las condiciones son bastante peores. Entonces, ¿qué es mejor: una playa pública o la del hotel? Sin duda, la playa del hotel, por su limpieza y por el nivel de servicios.
Para variar, aconsejamos acercarse a las localidades vecinas de Le Croisic, Saint-Brevin y Saint-Michel-Chef-Chef, donde no es raro cruzarse con estrellas de fama internacional.
