Pula es tranquila y segura. Durante la temporada turística, sin embargo, la ciudad se inunda de visitantes, incluidos, por supuesto, los que buscan dinero fácil.
Así que guarde los objetos de valor y las joyas en una caja fuerte del hotel (a partir de 20 NRK al día), no lleve el dinero en el bolsillo trasero del pantalón ni los bolsos en un hombro al pasear por la ciudad, no cuelgue cámaras ni bolsos en los respaldos de las sillas de cafés y restaurantes, y no deje cosas en el coche.
Los mayores peligros del balneario croata están relacionados con la fauna del Adriático. Los erizos de mar pueden estar esperándole en el agua, sobre todo en las playas "salvajes". La presencia de estas criaturas marinas indica que la zona acuática está impecablemente limpia. Pero un encuentro con ellos puede no acabar muy agradablemente. Por eso, no olvide llevar zapatillas de baño especiales. Si aun así pisa un erizo, sumerja el pie en agua caliente y trate la herida con un antiséptico. El segundo peligro de las playas son las rocas formadas por corales muertos. Es fácil cortarse con sus bordes afilados (me vienen a la mente las chanclas).
En las reservas naturales y bosques de Croacia, no se aleje demasiado de las rutas de senderismo. Hay víboras venenosas en los matorrales verdes.
