Sorprendentemente, la cocina nacional de Estados Unidos no se limita a la famosa comida rápida. Los estadounidenses valoran la alimentación sana, por lo que su cocina incluye una gran variedad de ensaladas de verduras, frutas y combinaciones de ellas. Las verduras se sirven por defecto como guarnición de platos de pescado y carne, que también se ofrecen en diversas variantes.
Los postres sorprenden por la imaginación y la habilidad de los maestros estadounidenses. Budines, galletas, tartas, pasteles, bollería... todo ello despierta la imaginación incluso de un gourmet sofisticado. Pero lo que no le sorprenderá en los restaurantes locales son los primeros platos. Como mucho, le ofrecerán un caldo o una sopa de puré.
Es difícil decir cuáles son los platos tradicionales de Filadelfia. Desde los tiempos de la fundación de la ciudad, gentes de todo el mundo han acudido aquí, aportando a la cocina local las peculiaridades de la cocina de su país.
A menudo, los platos se interpretaban y adquirían individualidad. Por ejemplo, la crema de queso, que los franceses preparaban al menos desde el siglo XVII, los cocineros locales empezaron a prepararla a su manera, gracias a lo cual hoy el mundo entero disfruta del famoso queso Philadelphia. Se rumorea que la misma historia ocurrió con los panecillos japoneses. Una cosa es cierta: la ciudad siempre ha sido famosa por sus platos excepcionalmente sabrosos y de gran calidad.