Sudáfrica registra un índice relativamente alto de delitos violentos, aunque se concentra sobre todo en las zonas suburbanas menos prósperas, alejadas de las rutas turísticas típicas. Si se permanece en las grandes ciudades y se siguen unas pautas básicas de seguridad, se puede reducir considerablemente el riesgo de enfrentarse a la violencia.
En Durban, las medidas de seguridad corren a cargo tanto de agentes de policía que patrullan las calles con regularidad como de personal de seguridad contratado por empresas privadas para salvaguardar zonas específicas. En caso de necesidad, es aconsejable pedir ayuda a este personal de seguridad en lugar de enfrentarse a la población local.
Una precaución crucial es abstenerse de dejar objetos de valor en el coche, ya que una parte importante de los delitos consiste en robos en vehículos. Además, evite mostrar abiertamente grandes cantidades de dinero cuando interactúe con dependientes de tiendas o empleados bancarios, ya que esto podría exponerle inadvertidamente a posibles intentos de robo o atraco. Los delincuentes locales pueden ser muy hábiles y precavidos, por lo que la vigilancia es esencial.
Además, es esencial ser consciente de que aproximadamente el 25% de la población sudafricana vive con el virus del SIDA, lo que subraya la importancia de practicar sexo seguro y tomar las precauciones sanitarias necesarias durante su visita.