Si hace tiempo que sueña con aprender a esquiar, pero pensaba que este placer es sólo para turistas adinerados, las estaciones de esquí de Eslovaquia cambiarán su impresión. El país está rodeado por tres lados por las cordilleras de los Cárpatos, por lo que hay multitud de pistas de distintos niveles de dificultad.
En las pistas de esquí más altas, la nieve permanece hasta 130 días al año. Prácticamente en cada estación de esquí en Eslovaquia hay descensos con cobertura artificial por si el invierno tiene poca nieve, así como pistas con iluminación nocturna y rutas de esquí de fondo.
La Eslovaquia de esquí cuenta con unas 15 estaciones. Puedes encontrar la lista principal de ellas en la sección: «Dónde ir en Eslovaquia». Las estaciones nevadas son ideales para todos los miembros de la familia. Incluso aquellos que no saben esquiar encontrarán algo que hacer aquí.
Cuando se trata de las mejores vacaciones de esquí en Eslovaquia, la región de los Bajos Tatras, con la estación de Jasna, destaca como una de las mejores opciones. Jasna es famosa por ser una de las estaciones de esquí más ecológicas del país. Aquí encontrará pistas para todos los niveles de esquiadores, multitud de remontes, cómodos hoteles con spa y una variada oferta gastronómica. Más allá de estas comodidades, la región de los Bajos Tatras ofrece impresionantes paisajes naturales y aire puro para una experiencia verdaderamente rejuvenecedora.
Para quienes planeen una excursión de esquí a los Bajos Tatras eslovacos, es muy recomendable visitar la estación de Štrbske Pleso. Esta estación cuenta con una amplia gama de remontes, pistas adecuadas tanto para principiantes como para expertos, saltos de esquí y gradas para espectadores. Además, todas las pistas están bien iluminadas, lo que las hace perfectas para las aventuras de esquí nocturnas.