La cocina de Montenegro refleja la influencia de países vecinos como Grecia, Turquía, Bulgaria, Albania y, sobre todo, Italia. Como resultado, platos como el risotto, la pizza y la pasta se han convertido en parte integrante del sabor nacional.
Los principales ingredientes de la cocina montenegrina son las verduras, las carnes y el marisco locales. Una característica notable es la diversa gama de quesos, que van desde los caseros y jóvenes hasta variedades añejas que desarrollan sabores complejos con el tiempo.
Cuando cene en el complejo, piense en probar especialidades locales como el surtido de carnes a la parrilla (mijesano meso) y el cordero guisado en un caldero entre brasas y cenizas (jagnjetina iz pod saca).
Para los amantes del marisco, se puede saborear dorada, anguila, blanquillo, salmonete, sardina, lubina, calamar, mejillones y mucho más. Muchos turistas recomiendan probar los surtidos de pescado, el risotto de marisco y la sopa de pescado (riblja čorba) en los restaurantes de Budva. La mayoría de los platos se acompañan de guarniciones como patatas fritas, arroz hervido y patatas con blitva, una verdura de hoja verde parecida a las espinacas.