Los ladrones callejeros son el principal azote de la Ciudad Eterna. Por eso, la primera y más importante regla es estar atento en la calle, ya que abundan los carteristas. Es mejor colgarse las cámaras y videocámaras del cuello para evitar que los ladrones en ciclomotor se las arrebaten del hombro.
Si ha alquilado un coche, no deje nunca objetos de valor en su interior; se los pueden llevar incluso de un maletero cerrado. La estación de tren de Termini se considera el lugar principal de las actividades del pueblo romaní (gitanos), por lo que no se recomienda a los visitantes pasear por aquí a menos que sea absolutamente necesario.