Recordemos que Amalfi se considera un complejo turístico italiano caro, elegante y tranquilo, por lo que la seguridad en Amalfi está estricta y casi invisiblemente vigilada por las fuerzas del orden. La reputación de centro turístico aristocrático, alejado de las grandes áreas metropolitanas, juega a favor de la ciudad.
Hay que tener cuidado con los conductores que circulan con exceso de velocidad y, a su vez, respetar las normas de circulación. Los turistas extranjeros en Amalfi deben tener cuidado al aparcar los coches, así como al conducir por las carreteras. Por incumplir las normas de aparcamiento el turista se enfrenta a una sanción grave.
Además, debe tener cuidado con los vendedores ambulantes ilegales que se agolpan cerca de las entradas a las distintas atracciones. Si la policía pilla a un turista comprando productos falsificados, puede enfrentarse a una multa de hasta mil euros.
Si se comporta con cuidado, los italianos de buen carácter no le ofenderán en modo alguno, sino que, al contrario, harán todo lo posible por ayudarle y acudir al rescate en caso de necesidad.