Amalfi está ubicada en un lugar increíblemente hermoso. Está rodeada por las montañas de Aureo y Favor desde el oeste y el este, casi abrazando el mar. La ciudad luce increíble, y su historia abarca más de mil años. Los antiguos edificios que han sobrevivido de épocas pasadas sirven como evidencia de esto. La joya arquitectónica de Amalfi es la Catedral de San Andrés, construida en 1073. Los frescos y la decoración general de la catedral siguen hipnotizando hasta el día de hoy.
La apariencia de Amalfi se formó en la Edad Media y no ha cambiado mucho hasta hoy. Las estrechas calles de la ciudad aún son perfectas para pasear.
Las playas de Amalfi se extienden a lo largo de toda la costa, cubiertas de pequeños guijarros. La mayoría de ellas son gratuitas, pero es posible que tengas que pagar una tarifa adicional para entrar en la zona de la playa propiedad de un restaurante u hotel. Sin embargo, en las playas y en el puerto, verás numerosos yates hermosos y tendrás la oportunidad de hacer un paseo en barco. Todos los demás deportes acuáticos también están disponibles aquí, por lo que puedes fácilmente practicar surf o parapente.
El mejor momento para visitar Amalfi es durante los días del festival del limón, que se celebra aquí a mediados del verano. Seguro que querrás unirte a este vibrante evento.