La mundialmente famosa cocina kosher ofrece deliciosos platos preparados según los estrictos cánones de la Torá. Excluye la carne de cerdo, conejo, bagre y esturión, así como anfibios y reptiles. Hay normas especiales sobre el consumo de productos lácteos: no pueden mezclarse con carne y, en general, después de beber leche no se puede comer carne antes de seis horas.
Los platos tradicionales de Ein Bokek incluyen platos por los que Tierra Santa es famosa: hummus, carne picada, cuscús, falafel. Todos estos platos deben añadirse a la lista de lo que hay que probar en Ein Bokek en vacaciones.
No deje de probar el meze, un aperitivo de verduras frescas o cocidas; es ideal para saciar el hambre en el calor veraniego y no dejará pesadez después de comer. Muchos restaurantes ofrecen a los turistas una amplia variedad de ensaladas: aquí, incluso una ensalada de verduras aparentemente corriente adquiere un sabor completamente distinto gracias al aliño de limón. La berenjena al horno con queso feta es muy sabrosa y nutritiva.
No se atreva a pasar por alto los postres tradicionales de la zona: tarta basbousa de cítricos o tarta de sémola tishpishti, y revani dulce. Para los golosos, hay algo para saborear hasta saciarse.
