La ciudad está situada en el norte de Baviera, a orillas del río Pegnitz. Al oeste, Núremberg se extiende hasta la vecina ciudad de Fürth, conectada por una línea de metro. Al norte, el límite de la ciudad está marcado por el muro de fortificación y la fortaleza de Burg.
La población de Núremberg supera el medio millón de habitantes, y en la región (incluidas las ciudades de Fürth y Erlangen) hay aproximadamente dos millones de residentes. Esta región es una de las zonas económicamente más potentes de Alemania. Núremberg ocupa el puesto 23 del mundo en calidad de vida, superando a Barcelona, Tokio, Londres y París.
No existen datos exactos sobre la fundación de la ciudad. Las primeras menciones se remontan a mediados del siglo XI, pero la población vivía aquí mucho antes, como confirman las excavaciones arqueológicas.
En la Edad Media, Núremberg fue utilizada por los reyes como residencia y fortaleza defensiva, gracias a su ventajosa ubicación: una colina rocosa que domina la llanura.
Núremberg sufrió una destrucción parcial debido a acciones militares en el siglo XII, disturbios civiles y un devastador incendio en el siglo XIV, un asedio durante la Guerra de los Margraves en el siglo XV y un declive durante la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII.
La ciudad fue sede de asambleas imperiales y albergó la regalia imperial. Fue meca de artistas durante el Romanticismo. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad sufrió intensos bombardeos, pero finalmente la mayoría de los edificios antiguos fueron restaurados con éxito.
De 1945 a 1949, Núremberg se convirtió en sede de extensos juicios a criminales de guerra, y en 2010 se inauguró en la ciudad un monumento conmemorativo dedicado a este acontecimiento.