Para muchos turistas, Múnich es conocida principalmente como la capital cervecera de Alemania. Es aquí donde se lleva a cabo anualmente desde 1810, a finales de septiembre, el famoso Oktoberfest, el festival de cerveza más grande del mundo. Naturalmente, partir de Múnich sin probar el sabor de esta bebida espumosa sería una omisión lamentable. ¡Sin embargo, esta pequeña ciudad a orillas del río Isar tiene mucho más que ofrecer que solo sus cervecerías!
La principal atracción de Múnich es la plaza central de Marienplatz, donde se encuentran dos ayuntamientos: el Ayuntamiento Viejo y el Ayuntamiento Nuevo. También vale la pena visitar las históricas catedrales de Peterskirche y Frauenkirche y subir a sus plataformas de observación para disfrutar de vistas de Múnich y los Alpes.
Múnich también es el lugar de nacimiento de BMW. Si eres fanático de esta marca, asegúrate de visitar el Museo BMW, donde podrás ver todos los modelos de autos y motocicletas producidos a lo largo de la existencia de la marca.
Entre los monumentos inusuales, vale la pena mencionar la estatua de bronce de «Baviera» ubicada en el prado de Theresienwiese, en honor a los famosos nativos de esta región. Está hueca por dentro, y puedes subir 66 escalones hasta la plataforma de observación y admirar la belleza circundante a través de los ojos de la estatua.