Porto-Vecchio bien puede convertirse en una de las mejores ciudades para unas vacaciones en familia que haya visitado. Aquí se han creado todas las condiciones para ello — primero por la naturaleza, y luego por el ser humano.
En primer lugar, y lo más importante, la entrada al mar es muy poco profunda y el fondo es limpio y arenoso. Además, el agua del mar se calienta rápidamente, por lo que los niños pueden bañarse sin riesgo de resfriarse.
La costa se mantiene en perfecta limpieza, y la administración de los hoteles locales se preocupa por ofrecer el máximo confort a los huéspedes con niños. La mayoría de los hoteles familiares de Porto-Vecchio disponen de áreas de juegos, piscinas con poca profundidad y servicio de niñera.
Quienes viajan con niños mayores disfrutarán de actividades más dinámicas: paseos en barco por las bahías, kayak, minigolf y visitas a parques naturales como el Bosque de Ospedale, con sus senderos pintorescos y la cascada Piscia di Gallo.
Y por la noche, toda la familia podrá disfrutar de una cena en uno de los acogedores restaurantes junto al mar, donde se sirven mariscos frescos y platos típicos de la cocina corsa.


