Es difícil imaginar la cocina nacional de Francia sin la repostería tradicional, el pescado o la sopa de cebolla, el foie gras, el queso o el vino. Aunque nunca haya estado en este país, probablemente sepa que está considerado un auténtico paraíso gastronómico.
Ningún otro país del mundo presta tanta atención a la comida como aquí. También se dice que la cocina francesa es la más colorida, original y diversa del planeta.
En Francia no solo existe el concepto de “alta cocina”, sino también el de cocina regional. Los platos tradicionales de Évian se diferencian en cierto modo de los que suelen consumirse en Provenza o, por ejemplo, en Borgoña. El componente principal de la mayoría de las recetas es el queso de cabra.
El plato más popular en Évian es la “tartiflette”, un gratinado de patatas con cebolla, panceta, nata y queso. La zona montañosa en la que se encuentra esta localidad turística se considera la cuna de la “fondue”.
Al entrar en uno de los encantadores restaurantes de Évian, es imprescindible probar la “raclette”. Este plato se prepara con queso Reblochon. Al queso fundido en un soporte especial se le añaden diferentes embutidos, así como patatas cocidas o delicatessen curadas.
Los franceses de esta región saben hacer ensaladas. Las hojas de lechuga y otras verduras no faltarán en ellas. Si no le gusta el queso, puede pedir un plato de trucha o salmón. También puede probar un plato de sabroso marisco.