Todos los que están cansados del ruido y bullicio de las megaciudades pueden disfrutar del aire fresco, silencio y confort en Liubliana. Un clima templado, vistas impresionantes, edificios hermosos, plazas bien cuidadas, parques bonitos, abundantes rutas para bicicletas, SPAs, hoteles cómodos, cafeterías acogedoras y, por supuesto, gente servicial: todo lo necesario para unas vacaciones maravillosas.