Liubliana, la capital de Eslovenia, a menudo se gana el apodo de "pequeña Praga" debido a su hermosa arquitectura y abundancia de monumentos históricos. Aunque Liubliana puede no ser tan popular como otros destinos turísticos, sin duda merece tu atención. La ciudad es compacta y se puede explorar tranquilamente en un día.
La ciudad antigua está situada en la margen derecha del río y alberga una de las principales atracciones, el Castillo de Liubliana, que se erige orgullosamente en una colina. A lo largo de la historia, el castillo ha servido como residencia real, fortaleza defensiva e incluso prisión, donde se mantuvieron prisioneros notables como el dramaturgo esloveno Ivan Cankar y el revolucionario Lajos Batthyány. Puedes llegar al castillo a pie o tomar un funicular para un ascenso más conveniente.
Para aquellos interesados en profundizar en la historia y cultura del país, Liubliana ofrece museos como el Museo Estatal de Liubliana, el Museo Municipal y el Museo Etnográfico Esloveno. Los entusiastas del arte apreciarán la Galería Nacional y el Museo de Arte Moderno.
Mientras exploras la ciudad, no te pierdas el símbolo distintivo de la capital, el Puente Triple. Estos tres puentes atraviesan el río Ljubljanica y presentan figuras de dragones en su diseño, una creación del arquitecto Jože Plečnik. Después de un día de turismo, tómate un descanso relajante en el Parque Tivoli, el parque más grande de Liubliana.