Antes de unirse a la UE, Chipre en general y Ayia Napa en particular eran territorios absolutamente seguros. Nadie cerraba las puertas con llave, y las ventanas de los coches solían dejarse abiertas sin preocupación. La afluencia de trabajadores migrantes después de 2004 provocó un aumento en el nivel de robos, por lo que hoy en día es importante estar alerta: cerrar las puertas con llave, guardar los objetos de valor en una caja fuerte, subir las ventanas del coche cuando salgas y no llevar equipos costosos a la playa.