Es una buena idea pasar un día de excursión por los alrededores de Ayia Napa en dirección al cabo Greco. Elija calzado y ropa cómodos, asegúrese de llevar sombrero y crema solar, abundante agua y algo de comida.
Lo mejor es comenzar el recorrido a primera hora de la mañana desde la avenida Kryou Nerou. El camino a lo largo de la costa le llevará a un lugar de Ayia Napa donde se recogen caracoles y almejas. Más adelante, la ruta de senderismo puede llevarle por senderos naturales enmarcados por pinos enanos y enebros.
A unos 8 km del centro de la ciudad se encuentra el Parque Forestal Nacional, que alberga orquídeas, azafranes, flores, lirios y más de 400 especies de plantas. Muchas de ellas sólo se encuentran en Chipre.
Para los físicamente duros, la ruta de Ayia Napa a Cabo Greco ofrece una subida de 100 metros hasta el valle central. En la década de 1990, los arqueólogos descubrieron los restos de uno de los primeros asentamientos neolíticos de la isla.
El cabo Greco cuenta con numerosas plataformas de observación desde las que tomar impresionantes fotos, así como bancos y zonas de picnic. Le impresionará la majestuosidad de los acantilados costeros y la claridad y riqueza de las aguas litorales.
Si le gustan las emociones fuertes, tendrá la tentación de saltar al mar desde el escarpado acantilado cercano a la iglesia de Agioi Anargyroi. También hay pendientes suaves hasta el agua.
Termine su excursión por Ayia Napa en el pintoresco Puente de los Enamorados, que aparece en casi todas las guías de Chipre.