El casco antiguo de Split ocupa un lugar prestigioso en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con su joya más preciada siendo el Palacio de Diocleciano, un tesoro escondido dentro de sus antiguas murallas.
No muy lejos de Split se encuentran los restos de Salona, una vez una próspera colonia romana. Hoy en día, los visitantes pueden explorar las ruinas de un anfiteatro, varios templos, palacios y villas de los residentes locales. Un museo en el sitio exhibe artefactos desenterrados durante las excavaciones.
Split es conocido por sus playas de guijarros prístinas y aguas cristalinas. El mar es tan transparente que revela corales ubicados a profundidades de aproximadamente 50 metros. En algunas áreas, los bosques de pinos se extienden casi hasta el borde del agua, creando un microclima único. ¡Unas vacaciones en Split no solo rejuvenecen tu espíritu, sino que también contribuyen a tu bienestar general!