Pula ha cambiado de gobernantes muchas veces antes de caer bajo dominio croata, por lo que tiene un aspecto diferente al de muchos otros centros turísticos y presume de un rico patrimonio cultural. Además del anfiteatro, que recuerda al Coliseo romano, hay que ver el Arco de los Sergios, el Templo de Augusto y la Puerta de Hércules. Incluya en su programa la Fortaleza de Kastel (siglo XIV), que ahora alberga un museo marítimo, el Monasterio Franciscano, con una excelente colección de pinturas, y el Parque Marítimo, un oasis sombreado por el que resulta agradable pasear incluso en los días más calurosos.
¿Cómo llegar? Al aeropuerto, situado a 6 kilómetros del centro, se puede llegar en un vuelo nacional desde Zagreb. Un taxi a la ciudad cuesta a partir de 20 euros, y una lanzadera es más barata pero no funciona todos los días. También hay conexiones de autobús y tren entre la capital y la estación.
Península de Zadar
Un lugar ideal para los amantes de la historia y los que sueñan con unas vacaciones de playa de calidad. En la capital, Zadar, verá tanto las ruinas de un foro romano como casas del siglo XIX e iglesias románicas. Podrá admirar todo esto y mucho más desde el mirador de la Torre de la Ciudad.