La Ciudad Prohibida: Este emblemático monumento de Pekín aparece en todas las guías turísticas. Es el edificio más grandioso de Pekín y el mayor complejo palaciego del mundo. Durante siglos fue la sede del poder, donde gobernaban los emperadores chinos. El palacio estaba aislado del resto de la ciudad por fosos y una muralla púrpura, de ahí su nombre. En el mapa turístico de Pekín, la Ciudad Prohibida está situada en el centro, justo al norte de la plaza de Tiananmen.
El hito más significativo de Pekín desde el punto de vista histórico es el Sinántropo, y una foto de este hombre prehistórico puede encontrarse en cualquier libro de texto de antropología. A principios del siglo XX se realizaron excavaciones en el distrito suroccidental de Fangshan, en Pekín. Fue aquí, en el territorio de la moderna aldea de Zhoukoudian, donde se descubrieron los restos de nuestro antepasado, que vivió hace 600.000 años.
Otra atracción de Pekín que merece elogios poéticos es el Estanque del Dragón Negro. Tiene fama de ser la masa de agua más pintoresca de la capital china.
Cuenta la leyenda que antaño, en este desfiladero, residía un Dragón Negro. Día tras día, trabajaba incansablemente, intentando transformar las escarpadas montañas en un exuberante paraíso verde. Sin embargo, todos sus esfuerzos resultaron inútiles. Al ver la lucha del dragón, el maestro de la montaña Yunmen se apiadó de él y le concedió 18 perlas. Cuando estas perlas fueron arrojadas al suelo, se transformaron milagrosamente en dieciocho impresionantes estanques de agua.
Shisanlin: El nombre de esta atracción de Pekín se traduce como "Valle de las Tumbas". Es el lugar de descanso final de las cenizas de 13 emperadores Ming. Aunque el lugar contiene las tumbas de los 13 emperadores, sólo dos criptas están abiertas a los turistas.
Por supuesto, un mapa turístico de Pekín estaría incompleto sin la Gran Muralla China: ¡es como visitar París y no ver la Torre Eiffel! Cabe señalar que más de 40 kilómetros de la muralla ya se han erosionado o perdido por completo debido al rápido desarrollo agrícola. Si esta tendencia continúa, el símbolo más emblemático de China corre el riesgo de desaparecer por completo.
