Lo más destacado de Brujas

El pasado y el presente de la ciudad.

Brujas, uno de los centros turísticos más importantes de Flandes Occidental, una de las provincias de Bélgica, es un destino muy conocido por los veraneantes europeos. A pesar de su pequeña población de unos 117.000 habitantes, esta encantadora ciudad atrae a más de 2 millones de turistas al año. Los visitantes acuden a Brujas no sólo por su famoso chocolate belga y sus gofres, sino también para sumergirse en el ambiente medieval que la ciudad ha conservado durante siglos. Brujas cuenta con calles adoquinadas, majestuosos templos antiguos, fachadas intrincadamente talladas que adornan casas de colores y una red de tres canales que le ha valido el sobrenombre de "Venecia del Norte". El único recuerdo del mundo moderno es la enorme cantidad de turistas que llenan sus calles.

Los orígenes de Brujas son difíciles de precisar, pero los registros se remontan al siglo III, cuando San Crisolo predicó aquí. En los siglos siguientes se convirtió en la principal ciudad de Flandes. En 1277, el puerto de Brujas se convirtió en un enlace vital con el Mediterráneo, con la llegada de la primera flota procedente de Génova (Italia), que inició un activo comercio en la ciudad. Tras la conquista normanda de Inglaterra, se estableció en Brujas la Liga Hanseática de Londres, una unión comercial dotada de amplios derechos y considerable influencia política. En 1302, fueron los comerciantes de Brujas quienes encabezaron una rebelión contra el virrey francés Joachos de Chatillon.

Brujas reunía todos los requisitos para mantener durante siglos su posición como principal ciudad comercial de Flandes. Fue sede de la primera bolsa de valores, albergó la sede episcopal y sirvió de tribunal de primera instancia. Sin embargo, los conflictos internos entre las autoridades de la ciudad, los conflictos religiosos que provocaron desplazamientos y los constantes estragos de la conquista y los bombardeos durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales detuvieron y erosionaron la antigua eminencia económica de la ciudad.

En la actualidad, Brujas alberga diversas industrias, como la construcción y reparación naval, la elaboración de cerveza, la vinicultura, la producción de encajes y la fabricación de tejidos a partir de materiales como el lino, el algodón y la lana. Además, en la ciudad funciona uno de los centros de tallado de diamantes más antiguos de Europa. Sin embargo, la principal fuente de ingresos de Brujas es el turismo.

Se cree que el nombre "Brujas" procede de la palabra normanda que significa "puerto", aunque algunos creen que proviene de la palabra alemana "Brücke", que significa "puente". Históricamente, los barcos mercantes solían navegar por los canales de Gante, Sluys y Ostende, pero con el tiempo la costa se ha alejado unos 16 kilómetros de la ciudad, por lo que los canales sólo son accesibles para embarcaciones de recreo y buques de canal. Brujas cuenta con 54 puentes que atraviesan sus canales, entre puentes levadizos y puentes de madera.

Aunque el neerlandés es el idioma principal en Brujas y en toda Bélgica, el francés es la segunda lengua oficial. Sin embargo, utilizar el francés no siempre es aconsejable en esta región debido a las tensiones históricas. En los restaurantes, es frecuente encontrar menús en ambos idiomas, pero el inglés es ampliamente comprendido, lo que facilita la comunicación.

La moneda utilizada en Brujas, como en el resto de la Unión Europea, es el euro (EUR).


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