Toda ciudad tiene una ruta turística, e Innsbruck no es una excepción.
No deje de visitar el Tejado Dorado, añadido a la residencia ducal por el emperador Maximiliano. Explore el Hofburg, un magnífico palacio que combina elementos clásicos y barrocos (entrada con audioguía: 8 EUR).
No se pierda el Arco del Triunfo, el Museo Olímpico y no deje de explorar los Mundos de Cristal Swarovski, un museo que desde el exterior se asemeja a una exuberante colina verde con una cascada.
Incluya en su itinerario por Innsbruck una visita al salto de esquí de Bergisel, donde descubrirá una impresionante plataforma de observación, el museo de la ciudad, una cafetería y el propio salto de esquí, todo ello a 40 metros por encima de la ciudad.