Los Emiratos son conocidos por su estricta moral y sus duras leyes. Por eso prácticamente no hay delincuencia en los EAU. Aquí, la gente es multada o encarcelada por delitos aparentemente inofensivos en nuestro país. Los turistas no son una excepción y por delitos menores son responsables al igual que los lugareños. Sharjah es el emirato más estricto con las normas de la ley y la moral, así como con la observancia del Corán.
Fotografiar a mujeres árabes se percibe como un insulto. El juego está prohibido en el país, y los trajes de baño sólo se permiten en las playas o en la piscina del hotel. Está terminantemente prohibido tomar el sol desnudo o sin la parte superior del bañador. Y el alcohol está totalmente prohibido aquí. La multa por cruzar la calle por donde no se debe, tirar basura en la calle o fumar en lugares públicos es de 500 AED.
También conviene observar las precauciones habituales en los países africanos:
- no beber agua del grifo;
- lavarse las manos más a menudo, sobre todo en excursiones y safaris;
- llevar sombrero para el sol cuando se esté al aire libre.
Por lo demás, Sharjah es segura. Por supuesto, hay que tomar las precauciones habituales, no dejar objetos de valor ni grandes sumas de dinero sin vigilancia. El mayor problema son los robos en los coches, pero los turistas no corren ningún peligro grave.