El centro del emirato más conservador de los EAU no es el mejor lugar para los entusiastas del entretenimiento animado y la visita de bares (el consumo de alcohol está prohibido en Sharjah). Sin embargo, para aquellos que aprecian los paseos tranquilos y el patrimonio histórico, les esperan agradables descubrimientos. De hecho, en 1998, la ciudad fue declarada Capital Árabe de la Cultura por la UNESCO.
Para empezar, se recomienda explorar el Casco Antiguo, donde se pueden encontrar casas interesantes que han sido restauradas utilizando materiales originales. Las atracciones más populares en esta área incluyen el Fuerte Al Hisn, el Zoco Al Arsah (supuestamente el más antiguo de los EAU), el Museo del Patrimonio de Sharjah y la Casa de la Poesía. Muchos de estos edificios se pueden visitar durante horas específicas, con horarios separados para mujeres.
Asegúrate de incluir en tu itinerario la Plaza Al Ittihad, donde se encuentra la espléndida Mezquita King Faisal. La entrada solo está permitida para musulmanes, pero vale la pena admirar esta obra maestra desde el exterior. La construcción tomó 10 años y 120 millones de dólares del tesoro del gobernante.
No te pierdas el Zoco Al Markazi, que es hermoso por fuera (con una fachada adornada con azulejos de mosaico) y vibrante por dentro. Aquí operan alrededor de 600 tiendas que ofrecen souvenirs, alfombras y joyas.