La cocina sueca no puede calificarse de ligera. Gira principalmente en torno al pescado y la carne. Por ejemplo, uno de los platos tradicionales locales es el "sjötbullär", que son albóndigas. Existen numerosas recetas de estos deliciosos manjares. Además, la capital de Suecia cuenta con una gran variedad de salchichas, rollos de carne, albóndigas y carne picada de venado para tentar a su paladar.
Si siente curiosidad por la dieta de los antiguos vikingos, puede probar la sopa de guisantes amarillos secos (ärtsoppa). Estocolmo también ofrece un manjar único llamado "jölebrod", una sopa de cerveza que merece la pena probar.
Qué comer en Estocolmo
Cuando se trata de la oferta culinaria de Estocolmo, no se puede pasar por alto la abundancia de platos de pescado. Incluso el simple arenque se prepara de varias maneras, como salado, frito y ahumado con una variedad de sabores como mostaza, vino, cebolla o zumo de limón.
No deje de probar el gravlax, que es salmón marinado a la perfección, la carpa cocida en barro y el lutefisk, ¡un plato para aventureros! El lutefisk se somete a un proceso de preparación único que consiste en sumergir el pescado en una solución alcalina durante tres días, lo que le da una textura gelatinosa y un aroma característico. Después se fríe, se hornea o se hierve, y su inolvidable sabor es algo que recordará durante mucho tiempo.
Qué probar en Estocolmo
Para vivir una experiencia culinaria única, no se pierda el Janssons frestelse. Es una sabrosa cazuela de patatas preparada con cebolla, nata y espadines en vinagre.
Si es goloso, Estocolmo le tiene reservadas deliciosas golosinas. Deléitese con deliciosos bollos de cardamomo y canela, dulces de bayas como el soufflé de grosella, así como una gran variedad de tartas y pasteles.
La cerveza y el aguardiente suecos esperan a los entendidos en bebidas alcohólicas.
