Los turistas alojados en hoteles pueden comer en los restaurantes de los mismos. El desayuno siempre está incluido en el alojamiento, y el almuerzo y la cena se pueden pedir por separado. Por regla general, allí se ofrece la cocina nacional de Tossa de Mar en formato de bufé. Pero, según las críticas, está lejos de la perfección culinaria que se puede encontrar en los restaurantes locales.
En los platos nacionales de Tossa de Mar abunda el marisco: gambas, calamares, langostas, doradas, bogavantes y otras criaturas marinas. Los españoles también son muy hábiles en la preparación de la carne.
Toda esta variedad gastronómica se sirve necesariamente con aceitunas, verduras y el famoso vino español. En Tossa de Mar, merece la pena pedir sangría -una bebida de graduación media a base de vino tinto, a la que se añade un poco de licor seco, brandy, así como trozos de azúcar y fruta-. Y cada establecimiento la prepara a su manera, por lo que la bebida nunca resultará aburrida.