Si echa de menos la experiencia gastronómica, la cocina nacional de Puerto de la Cruz le impactará tanto como las enormes olas del mar en el litoral de la ciudad. Las papas arrugadas y la salsa de mojo son las señas de identidad de la cocina canaria.
Las primeras son patatas jóvenes cocidas en agua de mar o muy salada. La cáscara no deja pasar la sal al interior, pero por eso se arruga mucho, por lo que los turistas han bautizado el plato como "papas arrugadas". La salsa de mojo tiene cuatro variedades para distintos platos, pero en cada una de ellas el componente obligatorio es el ajo. Por cierto, casi todos los platos nacionales del Puerto de la Cruz incluyen este condimento. El ajo local es un poco más suave y no deja ese regusto especial al que están acostumbrados los habitantes de otros países.
Lo que merece la pena probar en Puerto de la Cruz es el marisco. Siempre son frescos, por lo que tienen un sabor delicioso se cocinen donde se cocinen. La carne se cocina aquí con especial cariño. Un plato imprescindible para quien quiera hacerse una idea de la cocina canaria es el conejo en salsa de salmorejo.
La paella -arroz con marisco, con carne o pollo, verduras- se come a menudo en Canarias. También sirven aperitivos con vino y cerveza, pero no se llaman tradicionalmente "tapas", como en la España peninsular, sino a la manera local "enyesquez".
El postre tradicional es el bienmesabe, una crema dulce a base de yema de huevo, almendras y canela.
Del alcohol mencionaremos un vino ámbar fuerte y dulce - malvasía (producido desde principios del siglo XVII), que en los últimos años está ganando una popularidad merecida, pero antaño perdida. Entre los licores locales fuertes, destacan el ron blanco y el oscuro.
