10 puntos que debe cumplir un viajero en Noruega

Fiordos majestuosos, paisajes de belleza única y vikingos: por eso es famosa Noruega. Pero eso no es todo lo que ofrece este país escandinavo. En nuestro post, seguro que encontrará algunas ideas que merecen la pena para pasar unas vacaciones estupendas.

1. Divertirse en un parque de atracciones

Si no le gustan los largos paseos por la naturaleza y los museos le dan sueño, visite los parques de atracciones de Noruega. Por ejemplo, diríjase a Tusenfryd para probar la atracción más extrema de la península escandinava, el Speed Monster (pero cuidado, ¡los vagones vuelan a la velocidad de los coches de carreras!).

Visite también Hunderfossen, una tierra de hielo de cuento de hadas cerca de Lillehammer. Aquí, los amantes de los romances insólitos pueden casarse en una auténtica capilla hecha de hielo y nieve, y luego degustar bebidas tradicionales noruegas en vasos hechos con agua helada.

Y dar una vuelta en la pista de bobsleigh más larga de Kongeparken y probar a surfear una de las olas artificiales más grandes del mundo en el parque de atracciones Bø Sommarland.

2. Degustar la cocina noruega

Noruega es famosa por sus rarezas gastronómicas y la abundancia de platos de pescado. Una vez aquí, no deje de ir a un restaurante local y pedir alguno de ellos. Por ejemplo, el lutefisk, bacalao empapado en una solución alcalina (que le da aspecto de gelatina) y cocido en el horno, servido con patatas cocidas, mostaza picante y cortezas de cerdo o puré de patatas.

O fiskemelje, una mezcla de hígado de bacalao picado y huevas de pescado. La sopa de pescado noruega (Norsk fiskesuppe), hecha con salmón y nata, seguro que le gustará. Y para los más aventureros, recomendamos el salmón marinado en azúcar, sal, brandy y eneldo.

De postre, pruebe el rommergrot (gachas de crema agria con harina y mantequilla aromatizadas con azúcar y canela), el ostekake (cazuela de requesón con almendras y mermelada) o el kransekake, un pastel de almendras horneado en forma de pirámide de anillos.

¿Qué más merece la pena probar en Noruega? Los quesos: el Brunnost, queso de cabra marrón con sabor a caramelo, y el Gammalost, especialmente curado y con sabor a mostaza. Y no deje de probar los famosos sándwiches de varios pisos, en los que los noruegos se las ingenian para rellenar todo lo que encuentran en la nevera: beicon, hígado, verduras, queso y todo tipo de "untables". Y, por supuesto, pruebe la bebida alcohólica nacional akevitt, elaborada con alcohol de patata infusionado con semillas de alcaravea.

3. Ir a un museo

Puede que sea un consejo bastante trillado, pero Noruega cuenta con numerosos museos que atraerán incluso a los más ávidos detractores de este tipo de entretenimiento.

Empiece por el Museo de Barcos Vikingos, en la península de Bøgde. Aquí encontrará legendarios drakkars que han participado en más de una batalla naval: el barco Osegberg, ricamente tallado, así como los barcos Gokstad y Thun, hallados en el fondo del fiordo de Oslo. Igualmente interesantes son los museos vecinos: el Museo Kon-Tiki, dedicado a las andanzas de Thor Heyerdahl, y el Fram, construido específicamente para conservar el famoso barco del mismo nombre que descubrió el Polo Sur.

Como recorrido museístico, visite al fundador del "nuevo drama" europeo, Henrik Ibsen, o contemple la mayor colección de obras del expresionista Munch. En el Museo Noruego de Conservas podrá conocer la elaboración de los manjares de pescado favoritos de los noruegos, y en el etnográfico Maihaugen, las tradiciones y la vida de los propios noruegos.

4. Ir de pesca

¿Es usted un entusiasta de las actividades al aire libre? Entonces pescar es justo lo que necesita. En Noruega, puede alquilar un barco o contratar un patrón y ¡a pescar! El bacalao desova en el mar de Noruega de enero a abril, y en verano encontrará carbonero, fletán y rape.

Si no le gusta la pesca marítima, diríjase a un río o a uno de los muchos lagos de agua dulce de Noruega. La pesca deportiva en Noruega es libre (siempre que siga las normas: vigile el tamaño de los peces que pesca y utilice sólo cañas portátiles).

5. Explorar los fiordos noruegos

Toda la belleza de Noruega se centra en sus fiordos: estrechas bahías de aguas cristalinas enmarcadas por majestuosas montañas.

Para contemplar los más bellos de todos ellos, navegue por la costa para ver fiordos como Lysefjord, Hardangerfjord y Sognefjord. En Lysefjord, merece la pena ver Preikestolen (Roca de la Silla del Predicador), una meseta con dos elevaciones de 600 metros de altura, mientras que Sognefjord ofrece un paisaje inolvidable con laderas casi verticales, montañas y cascadas.

6. Recorrer el camino de los trolls

Otra atracción noruega situada junto al fiordo Geirangerfjord. La "Carretera de los Trolls" (Trollstigen) se construyó en 1936 y asciende por la empinada ladera de una montaña, serpenteando sin fin. Aquí se puede admirar la cascada de Stigfossen, de 180 metros de altura, y desde la cima de la montaña, por la que sube la carretera, se disfruta de una hermosa panorámica del valle.

Y ya que hablamos de personajes de cuento, no olvides visitar el Muro de los Trolls, un escarpado acantilado de más de 1.000 metros de altura que está considerado una de las escaladas más difíciles del mundo.

7. Escalar la Lengua de los Trolls en Skjedjedal

Siguiendo con el tema de los trolls, es inevitable pensar en el legendario acantilado llamado Trolltunga (Lengua de Troll).

El acantilado está a 1.100 metros sobre el nivel del mar y "se eleva" 700 metros sobre el lago Rindjedelsvätnet. Se organizan excursiones a este lugar desde mediados de junio hasta mediados de septiembre. También hay que tener en cuenta que el viaje de ida y vuelta dura entre 8 y 10 horas, por lo que hay que estar en buena forma física para poder subir a una altura de casi 915 metros. Pero las impresionantes fotos y vistas merecen la pena.

La cordillera de Bessejen, en el Parque Nacional de Jotunheimen, es también una experiencia interesante para los viajeros. Prepárate para muchas emociones: el trayecto de 17 km atraviesa una cordillera rocosa que separa el verde lago glaciar Gjend y el lago de alta montaña Bessejenet.

8. Ir de safari en el Cien

Si ha soñado con ver ballenas de verdad, el pueblo pesquero de Sto, en Westeralen, es el lugar perfecto para hacerlo.

No sólo ballenas (sobre todo jorobadas), sino también focas y orcas en su hábitat habitual. La mejor época para ir es de finales de mayo a agosto. También hay muchas aves marinas anidando, como petreles, gaviotas islandesas y otras.

9. Visitar el Festival del Hielo en Geilo

Los noruegos son maestros de la invención. Han conseguido convertir un festival de música corriente en un auténtico cuento de hadas. En febrero, una de las estaciones de esquí de Noruega, el pueblo de Geilo, se convierte en un festival de música. La única gracia es que los instrumentos que allí se tocan están hechos... ¡de hielo! Arpas, violonchelos, campanas y tambores son los más reales y están hechos por un equipo de escultores de todo el mundo. ¡Esto es algo que no querrás perderte!

10. Ver las iglesias de madera de Noruega

Si quiere experimentar el verdadero espíritu de la antigua Noruega, diríjase a sus iglesias de madera (llamadas stkarkas), construidas sin un solo clavo.

La más famosa es la iglesia de madera de Borgund, del siglo XII, en honor del apóstol Andrés. Se conserva magníficamente hasta nuestros días y, gracias a su arquitectura, es una de las iglesias más singulares de Noruega.

Horario de apertura: Del 1 de mayo al 30 de septiembre de 10:00 a 17:00 (del 11 de junio al 21 de agosto de 08:00 a 20:00).

Precio de la entrada: adultos - 80 NOK, grupos (mínimo 15 personas) y pensionistas - 70 NOK, estudiantes/niños mayores de 5 años - 60 NOK.

Iglesia de Urnes en Sognefjord, construida en 1150. Es la única de su clase declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Funcionamiento: Del 2 de mayo al 30 de septiembre, todos los días de 10.30 a 17.45 h.

Precio de la entrada: adultos - 80 NOK, grupos y pensionistas - 70 NOK, estudiantes/niños mayores de 5 años - 60 NOK.

Y por último, la iglesia de madera de Kvernes, del siglo XIV, situada cerca de los majestuosos fiordos de Kvernesfjord y Freyfjord.

Horario de apertura: Del 20 de junio al 20 de agosto, todos los días de 11:00 a 17:00.

Precio de la entrada: adultos - 50 NOK, estudiantes, pensionistas - 35 NOK, niños - gratis.

¡Buen viaje!

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