Planear unas vacaciones familiares en Nueva Zelanda es una gran idea, sobre todo si se tiene en cuenta que el clima se asemeja al de algunas partes de Europa. Mientras que los inviernos son más frescos que gélidos, los veranos ofrecen calor, humedad y un toque de viento. Los paisajes vírgenes de Nueva Zelanda, en su mayoría intactos por la civilización, proporcionan una experiencia extraordinaria.
Al planear unas vacaciones familiares a Nueva Zelanda con niños, hay que tener en cuenta algunas consideraciones esenciales. En primer lugar, prepárese para un viaje largo con vuelos de conexión, que pueden durar 25 horas o más. Si se siente cómodo con los vuelos largos, adelante. En segundo lugar, aunque descubrirá playas hermosas, no encontrará siempre condiciones propicias para los niños. El océano, al igual que el mar, tiende a ser frío, con fuerte oleaje y peligros potenciales.
Sin embargo, hay bahías resguardadas que ofrecen protección contra el viento y las mareas, donde las corrientes son menos perceptibles, y las zonas arenosas proporcionan bajíos seguros. Las playas urbanas de Nueva Zelanda suelen cumplir las normas de limpieza y seguridad. No obstante, es importante ser consciente de que Nueva Zelanda puede no ser el destino ideal para los niños, especialmente los más pequeños, que buscan una experiencia de baño cálida y suave.
El lado positivo es que Nueva Zelanda ofrece una gran variedad de hoteles con piscina y lagos fluviales con sus propias playas. Además, le alegrará saber que Nueva Zelanda carece de animales o insectos peligrosos para la vida, incluidos los mosquitos. Optar por unas vacaciones familiares con niños en Nueva Zelanda puede ser una experiencia encantadora, sobre todo en ciudades como Auckland y Rotorua, que cuentan con numerosas atracciones, parques y opciones de ocio.
Por ejemplo, Auckland cuenta con el cautivador parque temático Rainbow's End, mientras que Hastings ofrece un emocionante parque acuático. Descubrirá instalaciones recreativas similares, así como oportunidades para bucear, visitar acuarios y zoológicos tanto en las ciudades principales como en las menos conocidas.
Es importante tener en cuenta que los precios de las vacaciones en Nueva Zelanda suelen ser más altos para las familias con niños que para las parejas. De media, un viaje con uno o dos hijos adolescentes puede costar como mínimo 2.500 NZD por persona y semana de turismo con vuelos incluidos. Por tanto, un viaje para una familia de cuatro miembros ascendería a unos 10.000 NZD. Naturalmente, puede encontrar opciones algo más caras o más económicas.
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