Nueva Zelanda, este remoto país insular, puede no ser la primera opción para quienes buscan unas relajantes vacaciones en la playa. No son las playas por las que Nueva Zelanda es conocida, sino más bien por su impresionante belleza natural.
Los viajeros vienen aquí para presenciar las maravillas del Valle de los Géiseres, explorar los majestuosos fiordos y montañas. En verano, los adictos a la adrenalina acuden para experimentar las emociones de conquistar la naturaleza local, mientras que el invierno atrae con tours de esquí en las mismas regiones montañosas. Los entusiastas del vino visitan en verano para descubrir los mejores viñedos de Nueva Zelanda.
Los habitantes de Nueva Zelanda han logrado preservar no solo los paisajes naturales prístinos, sino también sus ricas tradiciones. Conocer a la población indígena es un punto culminante de muchas excursiones turísticas. Presenciar la famosa danza maorí es una experiencia por la que los viajeros están dispuestos a pagar cualquier precio.
En cuanto al costo del viaje, no esperes que sea económico. Llegar a Nueva Zelanda a menudo implica múltiples conexiones, lo que toma tiempo y dinero. Los viajes económicos a este destino son más una rareza que una realidad. Incluso si encuentras una oferta caliente, no hay garantías de ahorro. Por ejemplo, un viaje de dos semanas a Queenstown en una oferta especial puede costar alrededor de $2,900 USD.