La principal ciudad de Lituania es una de las capitales más pequeñas de Europa. La ciudad está situada en la confluencia de los ríos Vilnia y Vilija, en el extremo sureste del país; la frontera con Bielorrusia está a un paso. Curiosamente, Vilna es la única capital europea donde el 100% del suministro de agua procede de fuentes subterráneas.
La población de Vilna ronda las 600 mil personas (más del 60% son lituanos, muchos polacos y rusos).
Érase una vez en el lugar de la Vilnius moderna bosques ruidosos - pájaros y animales en ellos eran visiblemente invisibles. Al príncipe Gedimin, gobernante del Gran Ducado de Lituania, le gustaba cazar en estos parajes. En uno de estos viajes, Gedimin durmió en el bosque, y tuvo un sueño maravilloso - ¡como si estuviera cazando un lobo gigante con armadura de hierro, disparando flechas una tras otra, pero no podía matarlo!
Gedimin se despertó y pidió al anciano sacerdote que interpretara el sueño mágico. El anciano fue breve: aquí, en una montaña en la desembocadura del río Vilna, ordenó a Gedimin que construyera un castillo tan inexpugnable y formidable como el lobo de hierro que había visto en su sueño. El gobernante obedeció al anciano y así, hace cientos de años, apareció la ciudad de Vilna. Por cierto, los turistas aún pueden subir a la legendaria Montaña de Gedimin y ver las ruinas del Castillo Superior.