En Japón se vive mucho. Dicen que una de las razones es la cocina local, basada en el marisco. Así que cuando venga a Tokio, empiece por ahí.
La cocina nacional de Tokio
Además del mundialmente famoso sushi y los rollitos, hay montones de otros platos. El monjayaki, por ejemplo. Se coloca un círculo de calamares secos, maíz y col sobre una plancha de hierro fundido caliente, y se vierte en él una masa líquida.
El namero, que solía considerarse un plato de los pescadores locales, también es muy popular en Tokio. Requiere pescado (normalmente caballa, verdel, sardinas, pez volador), cebollas, jengibre, albahaca y una pasta especial de miso japonés. Todo ello se pulveriza hasta obtener una pasta. Y luego se pueden hacer distintas variaciones. Si se rocía con salsa de soja, se obtiene el su-namero, si se fríe, el sanga-yaki, y si se pone en un cuenco de arroz y se rocía con té verde, se obtiene el son-chia.
Otro plato de marisco es el fukagawa-meshi. Son almejas con concha que se hierven con cebolla en miso y se sirven con sopa y arroz.
Qué probar en Tokio
Pero no crea que a Tokio no le gusta la carne. Ni mucho menos. Debe probar el tonkatsu (chuletas de cerdo empanadas), el yakitori (brochetas de pollo a la parrilla con verduras), el torisashi (trozos de pollo crudo marinado) y muchos otros deliciosos platos de carne.
Y, por supuesto, ya que está en Tokio, no puede perderse la oportunidad de probar el sake. Este licor a base de arroz es la bebida nacional de Japón y presume de un sabor único y característico.
