Septiembre es uno de los periodos más favorables para hacer turismo en Japón. El calor remite, la humedad es menor y las lluvias terminan a los veinte días del mes. Es una época estupenda para dedicarla a excursiones por Kioto y otras ciudades antiguas de Japón. Las casas de té, los pintorescos templos antiguos y los jardines se mostrarán en todo su esplendor.
Si se va de vacaciones a Japón en otoño, merece la pena visitar los jardines y parques de la ciudad. Los crisantemos, no menos importantes para los japoneses que el sakura, están en flor. Y también en esta época las hojas de los arces se vuelven escarlata, que también es un fenómeno sagrado para los japoneses. Además, es muy pintoresco, por lo que merece la pena un viaje para ver los arces en las montañas.