¿Dónde se encuentra Tropea?
La pequeña ciudad de Tropea es el centro administrativo de la comuna del mismo nombre, ubicada en la provincia de Vibo Valentia, en la región de Calabria, sobre la apacible costa del mar Tirreno en Italia. Se sitúa al oeste de la capital regional, Catanzaro, en la orilla del golfo de Santa Eufemia.
Tropea cuenta con solo 6.368 habitantes distribuidos en un área de 3,6 km², con una densidad de 1,9 personas por km². Si estos datos no te dicen mucho, te lo explicamos de forma más clara: es un pueblo pequeño que se puede recorrer a pie en una hora u hora y media. La ciudad está construida sobre un acantilado que se asoma al mar, lo que le brinda unos paisajes espectaculares creados por la propia naturaleza.
Historia del asentamiento de Tropea
La costa italiana está profundamente ligada a los mitos de la Antigua Grecia y a su panteón de dioses. La historia de Tropea es en parte legendaria: según una versión, sus orígenes se remontan a la época de la República Romana. Aquí tuvo lugar una famosa batalla entre Pompeyo y Octavio Augusto, quien, al ver el puerto natural del lugar, ordenó construir un puerto comercial. Lo llamó Tropea, palabra que significa "trofeo" o "botín".
Otra leyenda afirma que fue Hércules quien fundó Tropea, deteniéndose en esta costa divina durante su regreso de España, y estableciendo uno de sus puertos.
Una tercera versión indica que Tropea nació durante las guerras púnicas como un bastión romano frente al estratégico enclave griego de Vibo.
Estas teorías, aunque fascinantes, provienen del folclore. Los registros históricos fiables sitúan el origen de Tropea en los siglos V–VI d.C.
Posteriormente, la ciudad creció como centro de cultura helénica gracias a los inmigrantes de los Balcanes, permaneciendo bajo el control del patriarca de Constantinopla hasta el siglo IX. En algún momento, los habitantes comenzaron a llamar al lugar Vibo, un nombre que todavía persiste en la actual provincia de Vibo Valentia.
Durante siglos, Tropea fue considerada un importante centro estratégico gracias a su privilegiada ubicación. En la Edad Media y el Renacimiento, pasó a formar parte de los territorios bajo dominio del Estado Pontificio.