Vale la pena visitar el mar Tirreno al menos porque sus playas han sido galardonadas con la prestigiosa Bandera Azul de la UE, lo que indica que sus aguas costeras son excepcionalmente limpias. Además, en 2007 los periodistas de The Sunday Times nombraron a Tropea como el mejor destino de playa, colocándola en primer lugar entre 20 competidores serios.
Los acantilados verticales, de hasta 60 metros de altura, al principio pueden parecer imponentes, y no todos los viajeros se sentirán cómodos descansando bajo semejante masa de rocas. Sin embargo, esa impresión desaparece al cabo de unos minutos. Los acantilados que sobresalen parecen aislar las playas de Tropea del resto del mundo, creando una atmósfera acogedora y garantizando aguas cristalinas.